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Artritis reumatoide – Información Farmacia

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¿Qué es la artritis reumatoide?


La artritis reumatoide es una enfermedad que se engloba en el grupo de las ERAS (Enfermedades Reumáticas Autoinmunes Sistémicas). La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta preferentemente a las articulaciones, pero que también puede dañar los órganos internos, por lo que debe considerarse como una enfermedad sistémica (afecta a todo el cuerpo). La inflamación de las articulaciones (artritis) se produce porque unas células del sistema inmunitario (linfocitos) atacan la membrana sinovial (membrana que recubre las articulaciones). Si la inflamación se mantiene a lo largo del tiempo puede conducir a la destrucción articular y a la invalidez progresiva.

Es una enfermedad frecuente que afecta aproximadamente a unas 200.000 personas en España. Es más frecuente en mujeres y suele presentarse entre los 45 y los 55 años.

A pesar de ser una enfermedad grave, en la actualidad sigue siendo una patología desconocida para la población general y muchas veces se confunde con otras enfermedades reumáticas. El término “artritis” significa inflamación de las articulaciones y no debe confundirse con dolor en las articulaciones por otro motivo que no sea la inflamación, como sucede por ejemplo en la artrosis.

¿Qué la produce?


La causa de la artritis reumatoide es desconocida pero existen algunos factores que predisponen a desarrollarla. Uno de estos factores es el genético, esto no quiere decir que sea una enfermedad hereditaria (que pasa de padres a hijos) sino que existen ciertas variantes en algunos genes que predisponen a presentarla, y esto justifica que en algunas familias haya varios casos. Otros factores que aumentan el riesgo de padecer artritis reumatoide son el tabaco y las infecciones de la boca.

¿Cuáles son sus síntomas?


La artritis produce dolor, hinchazón, enrojecimiento y aumento de la temperatura de las articulaciones afectadas. El dolor articular es el síntoma más frecuente y la hinchazón articular puede ser más o menos visible por el paciente. A veces sólo el reumatólogo puede detectar esta hinchazón mediante la palpación de las articulaciones o utilización de pruebas como la ecografía o la resonancia magnética.

No todas las articulaciones se afectan con la misma frecuencia. Las que más frecuente se inflaman son las muñecas, los nudillos, las articulaciones de los dedos de las manos y de los pies, los codos, los hombros, las caderas, las rodillas y los tobillos. El dolor del cuello puede también ser debido a la artritis reumatoide y debe ser comunicado al médico. Además del dolor y la hinchazón, por las mañanas puede haber dificultad para el inicio de los movimientos (rigidez matutina) que dura más de media hora. Si la inflamación persiste puede acabar dañando los huesos, ligamentos y tendones que hay alrededor. La consecuencia será la deformidad progresiva de las articulaciones y la reducción de la movilidad articular, lo que puede llevar al enfermo a un cierto grado de discapacidad para hacer algunas tareas de la vida diaria.

La inflamación crónica también puede afectar a otros órganos como el corazón, el pulmón o el riñón. Es por esto que, la artritis reumatoide se considera una enfermedad sistémica (o lo que es lo mismo, generalizada). Puede provocar fiebre (sin infección ni otra causa que la justifique), cansancio, hormigueos en manos o pies, ronquera mantenida sin tener catarro, sensación de falta de aire, tos continua, dolor en el pecho o los costados, pérdida de peso y pérdida de apetito.

¿Cómo se trata?


En la actualidad, no existe un tratamiento curativo, pero sí múltiples tratamientos que consiguen parar la evolución de la enfermedad y mantenerla inactiva, evitando así las secuelas de la inflamación persistente.

El tratamiento de la artritis reumatoide incluye medidas generales no medicamentosas y tratamiento farmacológico, del que hablamos a continuación.

El tratamiento de la artritis reumatoide se basa en la utilización de fármacos que tienen diferentes misiones. De forma general se puede diferenciar entre los fármacos que controlan sólo los síntomas –tratamientos sintomáticos– y aquellos que tienen un efecto más profundo sobre los mecanismos de la enfermedad –fármacos modificadores de la enfermedad o FAME-.

Los corticoides son otro grupo importante de medicamentos que están a mitad de camino entre los tratamientos sintomáticos y los FAME, pues comparten características de unos y otros.

Los tres tipos de medicamentos se combinan de diferentes maneras en función de la gravedad de la enfermedad y las características particulares de cada paciente.

  1. Fármacos para aliviar el dolor y la inflamación a corto plazo. Tratamientos sintomáticos.

Los constituyen los analgésicos y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Estos medicamentos se suelen utilizar para completar el efecto de los FAME, sobre todo en épocas en las que hay mayor dolor por reactivación de la enfermedad o cuando existen síntomas de forma mantenida. Su acción es rápida, pero su efecto desaparece también rápidamente unas horas después de su administración.

2. Corticoides

Son fármacos de gran utilidad en el tratamiento de la artritis reumatoide. Comparten acciones antiinflamatorias con otras más complejas similares a las de los FAME. Son los fármacos más eficaces para controlar la inflamación articular en muy poco tiempo, ya sea en forma de comprimidos, inyecciones o como tratamientos intra-articulares (infiltraciones). Debe evitarse en la medida de lo posible su uso crónico.

3. Fármacos modificadores de la evolución de la enfermedad (FAME)

Estos medicamentos no sirven para tratar el dolor en un momento determinado, sino que actúan haciendo que la actividad de la enfermedad a largo plazo sea menor. En este grupo encontramos:

a. FAMEs convencionales:

Han sido y continúan siendo en la actualidad la primera línea de tratamiento de la artritis reumatoide. Los más utilizados son el metotrexato, la leflunomida y la sulfasalazina. Estos fármacos han demostrado ser capaces de reducir y a veces suprimir completamente la actividad inflamatoria de la enfermedad, mejorando los síntomas articulares. Una característica común a todos ellos es que su acción es lenta, necesitándose habitualmente varias semanas o incluso meses de administración para que sean eficaces. Son fármacos seguros, aunque como ocurre con todos los medicamentos pueden tener efectos secundarios. Por eso es necesario tomar una serie de precauciones cuando se utilicen. Lo más importante es cumplir con la dosis y pauta indicados y realizar los controles analíticos periódicos que su médico establezca para poder detectar con prontitud cualquier inconveniente como problemas de hígado, riñón o sobre el número de las células de la sangre. Debido a su carácter inmunosupresor, pueden aumentar algo el riesgo de infecciones, por lo que hay que comunicar la aparición de fiebre al médico responsable del tratamiento.

      b. FAMEs biológicos

Constituyen un importante avance en el tratamiento de las artritis. Son el resultado de la mejora que ha tenido lugar en el conocimiento de los mecanismos por los que ocurren estas enfermedades. Los biológicos son proteínas que por su complejidad necesitan ser producidos en laboratorios usando generalmente células de mamíferos. Los biológicos que se usan en reumatología son anticuerpos monoclonales o proteínas de fusión que inhiben o bloquean la acción de alguna molécula o célula que juega un papel importante en la artritis. Por ser proteínas no se pueden ingerir en forma de comprimidos, ya que se degradan en el tubo digestivo y deben ser administradas por vía intravenosa o subcutánea. Los biológicos aprobados en España para el tratamiento de las artritis son: infliximab, etanercept, anakinra, adalimumab, golimumab, certolizumab pegol, rituximab, abatacept y tocilizumab.

     c. Inhibidores de quinasas JANUS o “pequeñas moléculas”

Estos fármacos forman parte de una nueva subcategoría de FAME, aunque se le compara a los biológicos. Se les llama inhibidores JAK, pues bloquean la vía de una enzima que se encuentra dentro de la células llamada Janus cinasa (JAK), involucrada en la respuesta inmunológica. Los inhibidores JAK actualmente comercializados para la AR son tofacitinib, baricitinib, upadacitinib y filgotinib. A diferencia de los agentes biológicos tradicionales, estos compuestos se pueden tomar en comprimidos.

Estos dos últimos grupos de moléculas requieren un seguimiento especial por el reumatólogo y el farmacéutico de hospital para comprobar que son eficaces y seguros.

Los FAME biológicos, al afectar al sistema inmunológico pueden ocasionar la reactivación de infecciones latentes como hepatitis o tuberculosis. Su reumatólogo antes de prescribirlos hará un estudio para excluirlas. Para evitar la aparición de nuevas infecciones se le recomendará la vacunación, habitualmente contra la gripe y el neumococo. Para evitar el desarrollo de infecciones serias, mientras se encuentre en tratamiento con un FAME biológico, puede tomar medidas de precaución, como el evitar iniciar la terapia si tuviese alguna infección o modificar la dosis del agente biológico si desarrolla una después de iniciado el tratamiento. Y deberá ponerse en contacto con su médico si presenta síntomas de infección al usar un biológico.

Enlaces de interés


Asociaciones de pacientes

• Asepar. Asociación Sevillana de pacientes con Artritis Reumatoide:
http://www.asepar.org/
• ConArtritis. Coordinadora Nacional de Artritis:
http://www.conartritis.org/
• LIRE. Liga Reumatológica Española:
http://www.lire.es/
• AMAPAR: Asociación Madrileña de pacientes con Artritis Reumatoide:
http://www.amapar.org/

Algunos libros

Miller M. Miller D. Mi Sueño Americano: el viaje de una mujer viviendo con una enfermedad crónica. AuthorHouse, 2010
Leong A. Layder J. ¡Supérate! Testimonio de cómo abordar el problema de vivir con artritis. Barcelona, Grupo Aula Médica; 2004.
Paso a Paso. Diario de la Artritis Reumatoide. Coordinadora Nacional de Artritis (ConArtritis). 2012.

Recursos de internet

http://www.ser.es/pacientes/enfermedades-reumaticas/artritis-reumatoide/

http://www.conartritis.org/todo-sobre-artritis/que-es-la-ar/

http://www.rheumatology.org/I-Am-A/Patient-Caregiver/Enfermedades-y-Condiciones/Artritis-Reumatoide

https://medlineplus.gov/spanish/rheumatoidarthritis.html

http://espanol.arthritis.org/espanol/disease-center/artritis-reumatoide/

 

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