También llamada colitis pseudomembranosa es una diarrea profusa que a menudo va acompañada de fiebre, calambres musculares, náuseas y, por supuesto, deshidratación. Esta infección generalmente está asociada a la toma de ciertos antibióticos.
Los antibióticos no solo actúan sobre las bacterias patógenas, sino que también pueden atacar a las bacterias beneficiosas que viven en nuestro organismo y que son responsables de mantener un equilibrio adecuado en él. Esto se produce cuando se abusa de ellos. Llega un momento que ya han hecho el efecto deseado y comienza a afectar a bacterias de la microbiota normal. Cuando este equilibrio se rompe, Clostridium difficile prolifera, se hace fuerte, y produce unas toxinas causantes de esta enfermedad. Es por ello, entre otras cosas, que debe seguir exactamente el tratamiento antibiótico al tiempo que le indiquen. Los ancianos, las personas con ciertos problemas médicos y algunos tratamientos no antibióticos hacen que tenga más probabilidades de contraer la infección.
Una persona infectada elimina bacterias hacia su entorno, donde se transforman en esporas inactivas que puedan sobrevivir en las superficies durante semanas o meses. Después, pasan a su forma activa cuando son trasladadas a un entorno favorable, como el tracto gastrointestinal.
El objetivo es eliminar el mayor número posible de bacterias y volver a establecer el equilibrio natural de nuestra microbiota.
Vancomicina oral, que se usa para los primeros episodios
Fidaxomicina que se usa en recidivas y en pacientes de riesgo
Se ha utilizado anteriormente, y aun se usa en determinadas ocasiones, metronidazol
Anticuerpos monoclonales como bezlotuxumab, siempre con un antibiótico