El hiperparatiroidismo se produce cuando las glándulas paratiroides producen mayor cantidad de hormonas paratiroides o paratohormona (PTH) y las segregan al torrente sanguíneo. Estas glándulas, están ubicadas detrás de la tiroides en la parte inferior del cuello.
La PTH ayuda a mantener el equilibrio correcto de calcio en el torrente sanguíneo y en los tejidos que necesitan calcio para funcionar de manera adecuada, entre ellos el hueso. Esto es especialmente importante también para el funcionamiento de nervios y músculos. Cuando hay un aumento en su secreción produce hipercalcemia (aumento de la concentración de calcio en sangre); por otro lado, su déficit produce hipocalcemia (bajos niveles de calcio en la sangre). Además, regula la concentración de iones calcio en el líquido extracelular, aumentando la resorción ósea al estimular a los osteoclastos, lo que libera más calcio al torrente sanguíneo. A nivel del riñón, aumenta la reabsorción en el túbulo proximal de iones calcio procedentes del hueso, principalmente, para así aumentar los niveles de calcio en sangre. Por tanto, tiene un efecto contrario a la calcitonina.
Existen dos tipos de hiperparatiroidismo:
Los síntomas pueden ser tan leves e inespecíficos que no parezcan relacionados con la función paratiroidea en absoluto o pueden ser graves. El rango de signos y síntomas incluye:
El tratamiento depende de si el paciente está en diálisis o no.
Y para el éxito del tratamiento es importante seguir la pauta tal como le hayan dicho y acudir a los controles que le soliciten. Es fundamental el control de los niveles de calcio y fósforo para ajustar la dosis.