Publicada el: jueves, 23 julio 2020 | Escrito por Francisco Jiménez de Alba
La Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital Universitario Virgen Macarena ha desarrollado durante la pandemia que ha generado el COVID-19, una modalidad telemática de su programa de recuperación. La tele-rehabilitación cardíaca, tiene su origen en la limitación del aforo del gimnasio para respetar la distancia de seguridad y el empeño del centro hospitalario en agilizar y ampliar el acceso de los usuarios al servicio mientras se prolongue esta ‘nueva normalidad’.
Así, esta variante no presencial de una prestación sanitaria que contribuye a la mejora en la calidad de vida de los pacientes afectados por diversas patologías del corazón, permitirá acceder a personas que por cuestiones laborales o imposibilidad de desplazamientos no lo iniciaban o lo abandonaban.
Este programa de rehabilitación, que se desarrolla a lo largo de dos meses, está destinado a pacientes que han sido hospitalizados tras sufrir un infarto, una angina de pecho, que se han operado de injerto coronario o se les ha colocado un stent en las arterias coronarias. Al margen de esta versión virtual, aquellos pacientes más delicados que tienen mayor riesgo de complicaciones durante la realización de los ejercicios indicados en el programa, lo hacen de manera presencial.
Para el desarrollo de esta modalidad telemática, el paciente hace uso de la aplicación Mercurio, desarrollada por el Servicio Andaluz de Salud para que los usuarios envíen de forma segura documentos a los profesionales sanitarios. En este caso, los documentos consisten en registros semanales de las pulsaciones y tensión arterial que han recabado los enfermos antes, durante y después de la realización de una serie de ejercicios. Tanto para el correcto registro de los datos como para la realización de los ejercicios de esfuerzo, estos pacientes reciben un adiestramiento presencial en la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del hospital sevillano.
Aunque la mayoría del programa no presencial se realiza a distancia, el paciente acude físicamente a la unidad una vez al mes. “Todo ello, independientemente de si se da una situación anómala que requiera una asistencia presencial en un momento concreto”, advierte la doctora Martínez Quesada, responsable del servicio.