Publicada el: miércoles, 29 mayo 2024 | Escrito por Francisco Jiménez de Alba
Fumar mata, llámese cigarrillo convencional o electrónico. Sus efectos contra la salud son tangibles, variados y ostensibles. “El tabaquismo es una enfermedad crónica que provoca un sinfín de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cancerígenas”, advierte con rotundidad el doctor Agustín Valido, jefe de Servicio de Neumología del Hospital Universitario Virgen Macarena. Entre los tumores que provoca destaca el de pulmón, del que es responsable directo en un 85% de los casos.
Desde este Servicio del hospital sevillano se ofrece a su población de referencia un programa de deshabituación tabáquica desde hace más de 18 años con más de 3.000 consultas anuales. La experiencia de esta prestación es que más de la mitad de los que se adhieren al programa, dejan de fumar. Cada año 800 nuevos pacientes acuden a estas consultas donde se trata de forma integral el abandono de una práctica que constituye un verdadero problema de salud pública.
“El programa de Deshabituación Tabáquica incluye un abordaje personalizado mediante tratamiento psicológico (cognitivo-conductual) y farmacológico específico para el control del síndrome de abstinencia nicotínico”, afirman los especialistas del centro hospitalario que conforman esta Unidad de Tabaquismo. Este programa se prolonga hasta el año de seguimiento, con un control más estrecho durante los primeros 3 meses, y la posibilidad de contactar de forma telefónica con la Unidad durante todo el proceso.
Dejar de fumar mejora la salud de forma significativa. Fumar aumenta el riesgo de sufrir un infarto o un ictus cerebral, agrava afecciones respiratorias como el asma, o las produce, como es el caso de la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica).
“Los efectos positivos de dejar de fumar no se hacen esperar demasiado. De hecho a los 20 minutos ya comienza a disminuir el ritmo cardíaco y la presión sanguínea. Después de 2-3 semanas la circulación mejora y la función pulmonar aumenta. También, desde el plano sensorial, se recupera el olfato y gusto”, aducen desde el Servicio de Neumología del Hospital Virgen Macarena.