Publicada el: martes, 16 abril 2024 | Escrito por Francisco Jiménez de Alba
La voz es una cualidad que diferencia a la humanidad del resto de las especies. Nuestro complejo aparato fonador permite comunicarse y expresarse. Es la principal herramienta para socializar, y su deterioro o inutilización puede empeorar nuestro desarrollo cognitivo.
Hay muchas causas que afectan a la voz, esa afectación se conoce como disfonía. La Unidad de Voz del Hospital Universitario Virgen Macarena atiende cada año alrededor de 1.800 pacientes cuya disfonía tiene detonantes distintos: inflamaciones de laringe, enfermedades neurológicas, fármacos, mal hábito vocal o tumores laríngeos, pueden ser algunos de ellos.
Así, esta unidad compuesta por profesionales de dos Servicios, Medicina Física y Rehabilitación y Otorrinolaringología asiste a pacientes de distintos perfiles y edades de forma adaptada y personalizada.
Las disfonías en el niño suponen un importante reto de diagnóstico y tratamiento para los profesionales de la Unidad de Voz. Un 5% de las citas que se atienden son pacientes pediátricos. En estos casos la asistencia se produce de forma grupal. “se llevan a cabo Escuelas de Voz grupales en las que se trabaja, con los pacientes y sus familias, sobre normas de cuidado de la voz, reconocimiento de conductas abusivas y se insiste en cambios en las rutinas que influyen en el agotamiento de las cuerdas vocales”, advierten facultativas de la Unidad.
Por otro lado, y al igual que otras funciones, la fonación se ve afectada por el envejecimiento. No es infrecuente que en personas de edad avanzada se produzcan alteraciones o agotamientos de la voz, habitualmente por disminución de la resistencia muscular, que condiciona una minoración de su volumen y timbre. Este perfil de paciente es asistido por esta Unidad de forma distinta. “Se trabaja más de forma individual para que puedan conseguir aumentar la resistencia y el volumen de su aparato fonador”, dicen sus profesionales.