Publicada el: miércoles, 2 febrero 2022 | Escrito por Sandra Fernández
Un estudio de la Universidad de Harvard demuestra que el virus de Epstein-Barr (VEB) es un importante desencadenante para desarrollar la Esclerosis Múltiple(EM), pero no actúa solo.
“El virus de Epstein-Barr (VEB), también conocido como el virus del herpes humano 4, es un miembro de la familia de los virus del herpes. Es uno de los virus más comunes en los seres humano y durante mucho tiempo se ha sospechado que existe una conexión entre el virus mencionado y EM, pero esto ha sido difícil de demostrar”, comenta la coordinadora de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Universitario Virgen Macarena(UEMAC), dra Sara Eichau.
El VEB) es la causa principal de la mononucleosis, también llamada enfermedad del beso, ya que se transmite por la saliva. Este virus es muy común, hasta el 95% de los adultos en nuestro medio son portadores del virus. En muchas ocasiones esta infección se adquiere en la infancia y transcurre sin síntomas, pero una vez infectados, el virus permanece de forma crónica en los linfocitos B durante toda la vida.
Contrariamente al VEB, la EM es una enfermedad relativamente rara, compleja y de origen desconocido. La EM es una enfermedad crónica y discapacitante que afecta al sistema nervioso central, padecida por unos tres millones de personas en todo el mundo. Recientemente, investigadores de la Universidad de Harvard han analizado muestras de sangre de diez millones de adultos jóvenes en búsqueda de asociaciones entre la infección por VEB y la esclerosis múltiple. Estos investigadores han encontrado un riesgo aumentado de padecer EM en individuos con infección pasada por el VEB y una tasa de infección por el VEB superior en personas con EM con respecto a personas sin la enfermedad.
“Incluso si Epstein-Barr es el evento desencadenante de la EM, para desarrollar esclerosis múltiple no solo basta con la infección por el virus: la presencia del VEB tiene que combinarse con una predisposición genética y posiblemente con factores ambientales, como el tabaquismo y la deficiencia de vitamina D, para aumentar el riesgo, explica la neuróloga Eichau.
“Entender el mecanismo por el cual se produce la EM en personas infectadas por el VEB será muy importante, precisa la doctora Eichau, actual vocal nacional del grupo de esclerosis múltiple de la Academia Europea de la especialidad. “Son noticias esperanzadoras, y aunque todavía quedan muchas preguntas por resolver, son los datos más convincentes que tenemos sobre una causa de la EM” añade.
A día de hoy no hay forma de prevenir o tratar la infección por el VEB, pero quizás desarrollar una vacuna o fármacos antivirales contra este virus pueda ayudar a prevenir la EM. Ya hay algunas vacunas en desarrollo, concretamente la empresa Moderna anunció a principios de este año que está probando la seguridad de una vacuna de ARNm para combatir el VEB, explica la especialista Rocio López de la UEMAC.
No obstante, hay que interpretar estos resultados con cautela, porque hablamos de resultados preliminares y serán necesarias más investigaciones para demostrar que la disminución de la infección por el VEB se relaciona con una disminución de casos de EM, advierte la doctora Sara Eichau.
Estos resultados, demuestran una vez más que con la ciencia y la investigación avanzamos como sociedad. Desde la Unidad de Esclerosis Múltiple del Servicio de Neurología(UEMAC) del Hospital Universitario Virgen Macarena, queremos dar la enhorabuena al doctor Ascherio y a todo su equipo por este enorme trabajo de investigación y por acercarnos un poco más a la causa de esta laberíntica enfermedad.
Para cubrir este momento memorable en la historia de la esclerosis múltiple, UEMAC ya está preparando unas jornadas online para pacientes pero abiertas al público para tratar este tema con profundidad y resolver todas las dudas que puedan surgir.