Las personas, como centro y razón de ser del quehacer diario, están en continuo cambio, planteando nuevos retos y oportunidades. Sus necesidades, demandas, expectativas y satisfacción se convierten en objetivos fundamentales cuya consecución necesita la articulación de actuaciones precisas y concretas. Muchas de ellas forman parte de líneas de acción definidas en diferentes planes de atención, personalización y humanización, ya establecidos en el Centro y que sirven de guía para la mejora de la calidad de la atención.